Equipo de Profesionales

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C/ Manuel Girón-Bellán s/n cmujerpalmoradiel@gmail.com, Tel: 634 73 83 49 / 925 20 54 23
Psicóloga - Isabel Villanueva Ramos Asesora Jurídica - Elena Alonso Alonso Técnica en Recursos e Igualdad - Estela Mendoza Díaz-Maroto. Técnica de Empleo - Inmaculada Serrano Santos

lunes, 8 de abril de 2013


Desiguales hasta durmiendo
En los países más igualitarios, la gente muestra patrones de sueño similares a lo largo del ciclo vital.

España es prácticamente el único caso en que las mujeres duermen menos que los hombres de su misma edad o en la misma situación laboral y familiar.

Trabajar y tener hijos reduce el tiempo de sueño diario en todos los países, también en España.

 A raíz del cambio de hora, hemos vuelto a escuchar estos días los comentarios de cada año acerca de sus bondades sobre el consumo energético o su pernicioso efecto sobre la salud, los horarios laborales y familiares y nuestra productividad. 

En España todo se hace un poco más tarde que en los países de nuestro entorno; y a partir de esta época del año, la cosa se desmadra. Cenas más tarde, te acuestas más tarde, pero te acabas levantando a la misma hora, o incluso antes si tienes uno de esos trabajos en los que en junio se pasa a jornada intensiva. ¿Cómo afecta esto a nuestras horas de sueño? Casi todos  y todas conocemos a alguien de nuestro entorno que duerme la siesta, pero conocemos a muchas más personas que no la echan, y que se acuestan tarde y se levantan temprano. 

En todos los países los hábitos y horarios de sueño y vigilia cambian con la edad pero no siempre en la misma medida. Ahora bien, resulta curioso que las diferencias a lo largo del ciclo vital son mucho más señaladas en los países más desiguales, que en los más igualitarios. 

Por otra parte, es curioso comprobar que, en media, las diferencias por género benefician siempre a las mujeres, que duermen más que los hombres en prácticamente todos los países, salvo España y Bulgaria.

Es cierto que en ambos casos la diferencia media es pequeña (4 minutos en España y solo 1 en Bulgaria) pero se trata de los únicos casos en que la diferencia perjudica a las mujeres.

Es fácil pensar que estas diferencias por género en España reflejen patrones más tradicionales en el reparto de tareas, que duplican el trabajo de las mujeres que trabajan fuera de casa, especialmente si tienen hijos.  

Son las madres solas y las mujeres mayores de 65 las que mayores diferencias de sueño presentan con sus equivalentes masculinos. Las madres solas en España duermen casi una hora menos que los padres solos. Y las mujeres de 65 años y más, tanto si conviven con su pareja como si han enviudado, duermen media hora menos que los hombres como ellas. Se trata de casos extremos en el panorama europeo. En Alemania, por ejemplo, las madres solas duermen una hora más que los padres solos. Y en el caso de las mayores de 65 años, el caso más cercano, pero a distancia, es el italiano donde estas mujeres duermen 12 minutos menos que sus homólogos masculinos.

Más allá de la anécdota anual del cambio de hora, convendría discutir en serio sobre la racionalización de los horarios y las desigualdades evidentes que los datos revelan.

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